logo

Reflexiones sobre la profunda crisis educativa de ALC y nuestro papel como socios para el desarrollo

By Claudia Salazar Suárez & Rebecca Stone

September 20, 2022   |   0 comments

Se estima que 3,5 millones de niños y niñas en América Latina y el Caribe (ALC) abandonaron la escuela durante la pandemia. Las estadísticas son impresionantes e inquietantes. El consiguiente sentido de urgencia, aunque llegue un poco tarde, es sin duda una oportunidad. 

La educación en ALC está experimentando una crisis sin precedentes, que afecta a millones de niños y jóvenes que han abandonado la escuela o han experimentado pérdidas masivas de aprendizaje como resultado de la pandemia. Si bien los países de todo el mundo lidiaron con la misma interrupción, el impacto es particularmente agudo y preocupante en ALC, que vivió algunos de los cierres de escuelas más largos del mundo, con algunos países aún en proceso de reapertura. 

La baja conectividad, la falta de capacitación y de herramientas para los maestros y la escasa implicación de los cuidadores exacerbaron las fallas de los sistemas educativos de la región que históricamente han sido débiles e inflexibles y no pudieron responder a las interrupciones generadas por la pandemia. En consecuencia, una gran parte de los estudiantes de ALC, y en particular los más desfavorecidos, se quedaron atrás cuando las escuelas y los maestros no lograron adaptarse al aprendizaje mixto y remoto de manera que fuera accesible para todos los estudiantes. 

El-Salvador_CVPP_2015_569-1024x683
Niños en el Centro Escolar Caserio El Jabali. Rural Nejapa, El Salvador.

 

El fracaso del sistema educativo de ALC ha profundizado la severa desigualdad de la región, ha ampliado las brechas urbano-rurales, ha reducido los avances logrados recientemente en materia de igualdad de género y ha empeorado el descontento social con las instituciones públicas. A pesar de los encomiables esfuerzos realizados por muchos gobiernos, donantes y otros socios para el desarrollo, las poblaciones más vulnerables son las más afectadas.  

Es decir, el impacto fue dramáticamente desigual. Mientras los niños más privilegiados de ALC continuaron participando en el aprendizaje a través de escuelas privadas que tienen maestros mejor capacitados, equipados, pagados y motivados, y sus padres educados tenían la capacidad de apoyarles y ofrecer comidas, dispositivos y conectividad; la mayoría de los niños, niñas y jóvenes de bajos recursos y vulnerables estaban en hogares donde primaba la preocupación por las pérdidas económicas y la incertidumbre, sin acceso a las comidas escolares que tanto necesitan, e incapaces de pagar por datos o acceder a dispositivos.  

¿El resultado? Aterrador. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estima que la deserción masiva ocurrida durante la pandemia resultará en una brecha de aprendizaje acumulada promedio que es 2,5 años más alta para los estudiantes que provienen de hogares de bajos ingresos frente a los de mayores ingresos. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) indica que la probabilidad de completar la escuela secundaria caerá del 56 al 42 por ciento debido a la pandemia, mientras que el Banco Mundial advierte sobre un aumento vertiginoso en la pobreza de aprendizaje que podría llegar a más del 20 por ciento o aproximadamente 7,6 millones de estudiantes, lo que sugiere que aproximadamente dos de cada tres estudiantes de primaria en ALC no podrán leer o comprender textos apropiados para su edad.  

Las pérdidas de aprendizaje se traducirán en una reducción de las oportunidades de movilidad social, que es una de las principales causas de la migración irregular, provocando a su vez pérdidas económicas por ingresos no percibidos, profundizando aún más la desigualdad de la región y obstruyendo su crecimiento. Finalmente, los efectos negativos sustanciales de la pandemia en la salud física, mental y emocional de los estudiantes pueden aumentar la vulnerabilidad de los jóvenes a adoptar comportamientos de riesgo, como la afiliación a pandillas o la radicalización por desinformación en línea. 

 

OPORTUNIDADES PARA TRANSFORMAR LA EDUCACIÓN 

 

A pesar de estos retos, hay aspectos esperanzadores. Por ejemplo, la pandemia obligó a los educadores a crear formas nuevas y diferentes de enseñanza que finalmente resultaron en innovaciones pedagógicas y curriculares. 

Fernando Reimers, miembro de la Junta Asesora Global de Creative, Ed.D., Profesor de práctica en Educación Internacional de la Fundación Ford en la Escuela de Graduados en Educación de Harvard, testificó ante un Comité de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos sobre la evidencia recabada en 45 casos de estudios en la región de ALC que exploraron cómo los educadores, las comunidades, los padres y los estudiantes pudieron adaptarse para ofrecer algún nivel de instrucción durante los cierres por COVID-19.  

 Adelantarse al minuto 20 para ver el testimonio del Profesor Professor Reimers.

“Hasta cierto punto, los casos de estudio ilustran la posibilidad de un verdadero liderazgo colectivo, en el que varias partes interesadas se unen para colaborar con el propósito de mejorar el desempeño del sistema educativo”, describió el profesor Reimers en su testimonio del 15 de septiembre, Pérdida de aprendizaje en América Latina y el Caribe: Construyendo mejores sistemas educativos a raíz de la pandemia.  “Los desafíos que conlleva alcanzar un liderazgo efectivo son bien conocidos, y una de las razones por las cuales el aspecto ‘sistema’ del sistema educativo está roto. Es algo contradictorio que en un contexto en el que cada uno de los actores que se unieron al servicio del bien mayor estaban a su vez siendo retados por la pandemia, y que esto generara la ocasión para una colaboración fuera de lo común”. 

Un segundo testigo, Gabriel Sánchez-Zinny, Director de Blue Star Strategies y Exministro de Educación de la provincia de Buenos Aires, reiteró las oportunidades generadas por la pandemia, ya que la región está analizando con mayor detenimiento reformas pendientes, tales como mejorar las carreras docentes y medir el desempeño de manera más efectiva, evaluar a las escuelas y a los maestros de manera moderna, generar sistemas de información precisos, construir una mejor transición de la escuela secundaria al mundo laboral,  y promover las alianzas público-privadas para invertir en la conectividad de las escuelas y familias y para fortalecer los ecosistemas locales de aprendizaje en línea. 

En este sentido, un tercer testigo, Leandro Folgar, presidente del Plan Ceibal de Uruguay, dio testimonio de primera mano de las virtudes de contar con políticas y programas de educación consistentes y de largo plazo. El Plan Ceibal, que ha promovido la conectividad escolar y las habilidades digitales en maestros y estudiantes en Uruguay durante los últimos 13 años, permitió al país adaptarse sin problemas durante la pandemia para apoyar la continuidad del aprendizaje. Folgar enfatizó el papel clave que desempeña la tecnología en la creación de sistemas educativos resilientes, y que aunque “la tecnología no es la solución a todos los desafíos educativos, no hay futuro en la educación sin tecnología”. 

Hablando de aprovechar las oportunidades emergentes, la efectividad del liderazgo colectivo demostrado durante la pandemia y enfatizado por Reimers en su intervención representa una importante oportunidad colectiva. Y aquí radica el papel de los socios para el desarrollo, como Creative, ya que nosotros también estamos impulsando innovaciones y transformando la educación a través de un enfoque de liderazgo local que fortalece los sistemas educativos y no solo los proyectos educativos. 

El enfoque de fortalecimiento del sistema de Creative (system’s strengthening approach) está alineado con esta propuesta, ya que tomamos en cuenta las relaciones sistémicas y aprovechamos el poder de los estudiantes, maestros, directores de escuelas, comunidades, gobiernos locales y centrales, el sector privado y la sociedad civil. 

Nos corresponde a nosotros, y a todos los socios para el desarrollo, involucrar a estos actores de manera sostenible. Un compromiso con el desarrollo dirigido localmente debe alimentar de manera intencional la capacidad de liderazgo de los socios locales para promover así una gestión local sostenida. También debemos seguir esforzándonos por mantener y desarrollar la excelencia técnica; utilizar la evidencia para informar y desarrollar iniciativas centradas en la comunidad y apoyar la inclusión de grupos en situación de marginación o vulnerabilidad, especialmente en una región tan desigual como ALC. 

 

EL PAPEL DE LA CUMBRE SOBRE LA TRANSFORMACIÓN DE LA EDUCACIÓN DE LA ONU 

 

¿Más aspectos positivos? El mundo está prestando atención a la crisis educativa. Como señaló el profesor Reimers en sus observaciones finales: “Las soluciones a la crisis requieren un esfuerzo de toda la sociedad y un liderazgo colectivo: gobierno, sociedad civil y sector privado”. 

Reimers enfatizó además la relevancia de la Cumbre sobre la Transformación de la Educación de la ONU organizada del 16 al 19 de septiembre para abordar la pérdida de aprendizaje durante la pandemia y la necesidad de alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible Número 4, Educación de Calidad, no como un evento único, sino como un punto de partida que establece un camino colectivo para superar estos desafíos a través de un cambio transformador que beneficie a todos los niños, niñas y jóvenes, en todas partes. 

Hablando en la apertura de la Cumbre, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, instó a los líderes mundiales a tomar medidas. “Sabemos que la educación transforma vidas, economías y sociedades, pero también sabemos que debemos transformar la educación porque está en una crisis profunda. En lugar de ser un gran igualador, la educación se está convirtiendo rápidamente en el gran divisor”, dijo Guterres el 19 de septiembre. 

El profesor Reimers enfatizó que la Cumbre prioriza la educación en la agenda de los gobiernos, educadores, estudiantes y comunidades al tiempo en que éstos intentan abordar retos más allá del aula. 

“Los desafíos del retroceso democrático, la fragmentación social, el aumento de los conflictos sociales dentro y entre las naciones, la creciente pobreza, la desigualdad y el cambio climático, ninguno de esos desafíos puede abordarse sin la educación como base”, concluyó Reimers. 

Es un privilegio y una responsabilidad para Creative poder ser parte de este gran equipo de socios que buscan trabajar juntos para transformar la educación y, a través de esa transformación, impulsar un futuro más próspero, seguro, sostenible y equitativo en América Latina y el Caribe y en el resto del mundo.  

Claudia Salazar Suarez es Gerente Técnico Senior, Especialista en ALC en la División de Educación para el Desarrollo y Rebecca Stone Directora Técnica en la División de Educación para el Desarrollo.

Comments are closed.